Tulum.- Poner orden en las plataformas digitales de rentas vacacionales va más allá de un tema solo recaudatorio, sino que también es crucial ponerle límites a esta modalidad para evitar la precarización laboral, mantener la buena imagen de los destinos turísticos, garantizar la seguridad de nuestros visitantes, y, principalmente, cuidar la accesibilidad de la vivienda, para locales e inversionistas.

Así lo afirmó David Ortiz Mena, presidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, quien advirtió que las rentas vacacionales han fomentado la especulación en la tierra, la que ha encarecido la vivienda en múltiples puntos de Quintana Roo y ha transformado barrios donde vivían quintanarroenses, en puntos donde solo hay apartamentos vacíos en espera de ser rentados.

“Nuestro estado de por sí ya enfrenta desafíos por la falta de vivienda, lo que dificulta el establecimiento de trabajadores en la entidad”, comentó David Ortiz Mena, quien también preside la Asociación de Hoteles de Tulum. “Desde hace algunos años, un porcentaje considerable de las nuevas viviendas y departamentos que se construyen en el estado están pensados para rentas vacacionales, lo que agrava el problema, y la especulación que genera esta actividad, encarece la tierra, y no solo en las áreas turísticas”.
Los hoteles de Quintana Roo han sumado cerca de 130 mil habitaciones en cerca de medio siglo. En contraste, en las plataformas digitales ya hay más de 50 mil registros, surgidos en tan solo unos años, situación que no es sustentable.

Existen otras consecuencias negativas del crecimiento desenfrenado de esta modalidad de hospedaje, como la precarización laboral, pues a diferencia de hoteles, con personal de planta con prestaciones de ley, estas viviendas son atendidas por personas que se ignora en qué esquemas de trabajo ingresan. Esto, aunado a que a menudo no ofrecen seguridad, y que son establecidos en áreas que no están pensadas para recibir a turistas, lo que puede impactar la imagen del destino.